sexta-feira, 21 de maio de 2010

Payada del parangón entre la malicia del hombre y la mujer

PAYADA DEL PARANGÓN ENTRE
LA MALICIA DEL HOMBRE Y LA MUJER

 

De los bichos del Señor,
de pezuña, garra o ala,
el macho es el peliador,
pero la hembra es la mala.

El criollo que caza tigre
en el Chaco o en Formosa,
un poncho envolviendo un puño,
y al otro la refalosa,
cuando sale tras un rastro,
sabe que arriesgó la vida,
pero sabe que la juega
si es una tigra parida;
porque en los bichos que alientan,
de pezuña, garra o ala,
el macho es el peliador,
pero la hembra es la mala.

El cuyano que buscando
nido de cóndor, se encumbra,
sabe que habrá fiesta y cueca
si el macho cóndor lo adumbra:
mas si no hay pichón y hay huevos,
y la señora empollando,
ya no supo lo que viene,
ni si volverá, ni cuándo:
pues todo bicho que alienta,
de pezuña, garra o ala,
el macho es corajudo,
pero la hembra es más mala.

El toro es cosa de empuje,
sobre todo cuando tória;
cuando están embrama y topan,
no hay cosa pior en la historia;
con todo y eso los tórian
en la tierra de los godos,
pero toriar una vaca
no es asunto para todos;
porque los seres que nadan
o reman a pata o ala,
el macho será violento,
pero Doña Ella es mala,

¿Quién dirá la tijereta,
con ser un rétil de nada,
lo saca huyendo al chimango
si le roza la nidada,
y es la madre la que pega
siempre el primer grito y saque,
revoliando como chispas
contra el otro badulaque;
porque de todos los bichos
que el mar y la tierra encierra,
la mujer es la venganza,
y el hombre es sólo la guerra.

¿Qué varón clavara un clavo
en la sien de un enemigo,
o le trozara el pescuezo
cuando el otro está bebido?
Ustedes no irán a creerlo,
mas la Biblia, libro santo,
de dos mujeres lo cuenta
que lo han hecho, y otro tanto;
pues de todo par que existe
defendiendo nido y cuero,
él es el más peliador
de los dos, y no es más fiero.

El caballo sólo cócia;
patea y muerde la yegua.
El hombre es guerrero y transa,
da condición, firma tregua,
y en las luchas más fatales,
guarda honor y acepta ley.
La mujer tiene sus hijos,
tiene un solo Dios y un Rey;
porque desde el rétil que anda
hasta el ave que navega,
la ira del hombre es bruta,
pero la mujer es ciega.

El hombre junta consejos
y para sus parlamentos,
mira pa'todos los lados
de la rosa de los vientos;
pero la mujer furiosa
no la para ni el Eterno.
Por eso, pues, las mujeres,
no las ponen de gobierno;
porque si se enoja y manda
justicia seca hora mismo,
ella agarra un país entero,
capaz que l'hunda al abismo.

Y es que debe ser que el hombre
tiene oficios mil diversos,
y ella no tiene más que una
quehacer única y debida.

El hombre afuera agenciando
mil tesoros y universos,
y ella guarda dentro della
lo más caro, que es la vida.
Y por eso, de los bichos
de todo pelaje y suerte,
el varón es más robusto,
pero la madre es más fuerte.